miércoles, 21 de septiembre de 2011

Es tiempo de héroes


Corren tiempos difíciles, la gente espera un salvador, espera que otra persona le ayude, le saque de sus apuros y arregle todo lo que va mal y funciona peor, de nuestro alrededor.

Esperan que todo cambie pero que ellos no tengan que hacer nada, seguir con sus cosas, sus rutinas, sus quebraderos de cabeza... para que van hacer nada ellos si solo son una simple persona, que vive atemorizada pensando en pagar todas sus deudas, en sus borracheras de fines de semana, en sus fiestas, en su coche y en su piso y que realmente tiene miedo de que cambie su vida...

Nos conformamos con lo que tenemos, con lo que nos dejan tener, y cada vez es menos y aún así muchos de vosotros bajáis la cabeza y hacéis que no os importa, pasáis de ello, también en parte porque creéis que eso no va con vosotros o que no os va afectar, pero al final te afectará a ti también y pensarás que porqué ni siquiera intentaste hacer algo.

Eso sí, que no nos toquen el fútbol, el cotilleo, la televisión, los vuelos en vacaciones y el poder beber como "cerdos" que entonces si que protestamos...

Y así, en estos tiempos de la sociedad estamos.

No va a venir ningún salvador que arregle esta porquería que hay en la sociedad, esa porquería que mucha gente no se quiere enterar.

Ahora es tiempo de héroes, no de salvadores, héroes individuales, como tú y como yo, que tengan el valor de decir basta e intenten con sus actos poner un poco de cordura humana, de valores humanos y sociales, y de ser personas de verdad.

Héroes que luchen por un futuro mejor para ellos mismos, para sus hijos y para sus nietos.

Y digo héroe porque el que se levanta anteponiendo sus valores a la posible "comodidad" que le da esta sociedad de mierda, es un autentico héroe, es alguien que lucha por ti, por mi y por él, porque todos al fin y al cabo somos seres humanos que lo único que quieren es vivir felices sin tener que pasar penurias por culpa de unos señores que se han empeñado que sea así.

No va a venir ningún salvador para ti, se un héroe día a día, que nadie te diga lo que puedes hacer o dejar de hacer.

Es tiempo de héroes.


sábado, 3 de septiembre de 2011

Noche de verano de septiembre


Viniste una noche de verano de septiembre, una noche sin estrellas y sin luna. Las luces de la ciudad dan luz hacia dentro pero impiden ver la belleza de las luces del cielo, de las auténticas, de donde tu vienes.

Te pusiste a mi vera, no decías nada, estabas en la típica posición de cuando te asomabas al balcón, a ver un rato lo que pasaba por allí abajo, a mirar el campo y los huertos que aún se extendían en medio de la ciudad. Te pusiste a mi lado una vez más para ver lo que pasaba por aquí abajo.

Mientras esa olor a tierra mojada, después de una pequeña lluvia de verano, se me metía hasta lo más profundo de mis pulmones, haciendome recordar y transportandome a momentos y lugares diferentes que nunca hubiera querido dejar de vivir. Y tu seguías ahí, a mi vera, sin hablarme, pero mirandome, comprendiendome, queriendome decir algo.

Y las farolas de la calle se encendían y se apagaban mientras tu me mirabas, con una de esas miradas que dicen más que mil palabras, queriendome decir que estabas bien, que no me preocupase por ti, que tu velarías siempre por mi...

Que no estaría solo pasara lo que pasara, que detrás de toda aquella luz artificial que alumbraba las cosas superficiales, seguía habiendo estrellas que nos seguían viendo, vigilando y cuidandonos. Esas estrellas no titilaban porque sí, sino porque lloraban de alegría al vernos noche tras noche...

Las farolas no se encendían y se apagaban, eran mis lágrimas que caían sin cesar y hacían titilar las luces, unas lágrimas que no eran de tristeza, sino de alegría de que hubieras venido a verme y a decir aquello con tu mirada, a volverme a sentir cerca de ti por unos momentos, en aquella noche de verano de septiembre.

Antes de salir del balcón eche un vistazo atrás y ya no estabas, pero se encendió en el cielo anaranjado y oscuro de la ciudad la mayor estrella que jamás había visto, una estrella que llevo todos los días en el corazón.

domingo, 28 de agosto de 2011

Somos ríos



Me quedé absorto mirando como caía el agua por la pequeña cascada, mirando como sorteaba las rocas,como saltaba las caídas y como cubría todos los recovecos, nunca se destruía, se adaptaba al terreno tal cual fuera ese, le daba igual, ella seguía hacia delante para alcanzar su objetivo final.

Es entonces como me pareció curioso como la vida de un ser humano se puede llegar a parecer a un río, al agua que no cesa de pasar por su cauce y avanza siempre hacia delante.

Como uno mismo se debe adaptar a las piedras, caídas y cualquier obstaculo que se encuentre para avanzar, para seguir mirando hacia delante y cubrir todos los recovecos de ese camino que se quiere recorrer, y tiene que ser así porque sino, al igual que el agua, te puedes estancar.

Y todos sabemos lo que puede llegar a pasar en un estanque, que se llena de porquería, que no se avanza, que cada vez es más oscuro... como la vida de cualquiera que se resigna a quedarse estancado.

Hay que avanzar, hay que mirar nuevos destinos, objetivos e ilusiones adaptandote a todas las adversidades que se presenten por el camino.

Lamentablemente muchas personas tienen grandes estanques en sus vidas y lo peor de todo es que les da igual. Les da igual seguir en el mismo trabajo de mierda el resto de sus vidas, les da igual no tener una ilusión por la que levantarse todos los días, les da igual si nos explotan, controlan o manipulan...

Por eso cada uno tiene que buscar su propio objetivo, y si es necesario, cambiar y adaptarse mil millones de veces. Porque cuando entiendas esto así, nadie ni nada podrán causarte ningún daño.

Cada río tiene su mar,

¿y tu? ¿que mar tienes?

jueves, 21 de julio de 2011

El país sin tiempo



Es curioso volver al mismo lugar un año después y darte cuenta de todas las cosas que has vivido, experimentado y sentido en ese periodo de tiempo, un tiempo que ha pasado como una locomotora express, demasiado rápido y sin paradas, y es ahora que estás en el mismo lugar de hace un año cuando te das cuenta.

Es curioso que ese lugar siga igual que siempre, que por él no pase el tiempo, es como volver una y otra vez al mismo momento en el que lo dejaste la última vez. No existe el reloj, el calendario, la cobertura, la radio, internet... es como perderse en el tiempo. Nunca te falla y siempre está ahí, en realidad es lo único que siempre está y estará ahí, que te hace reencontrarte cada año, que te hace sentir bien.

Es curioso como te das cuenta al volver un año después a ese lugar como ha cambiado tu vida en tan solo 12 meses; como te das cuenta de las cosas que no debiste hacer, de las que no hiciste, de los viajes y experiencias, de las nuevas personas conocidas, de las personas que ya no están, las que has perdido y a las personas que echas de menos.

Te das cuenta ahí que te haces mayor, que todo es diferente y los años pasan incesables, que todo ha vuelto a cambiar en tu vida, una vez más, para bien o para mal, pero todo está patas arriba y no sabes si coger la vida por los huevos porque a lo mejor te equivocas y la coges por los pies, con peligro de que te de otra coz.

Es curioso, pero un año más, estás en el mismo lugar. Ese lugar no cambia, no te falla y sientes que siempre estará ahí para templarte el corazón. Siempre volverás a ser la persona que realmente eres en ese lugar, recorriendo cada esquina, plaza, cuesta, casa... cada uno con su buen recuerdo y mejor historieta.

Donde siempre volverás a ser aquel chaval con sus sueños y deseos, viviendo sin preocupaciones de ningún tipo, dejandose llevar por la imaginación y viviendo las mil y una aventuras posibles en ese lugar.

Es curioso como la originalidad de la vida está en volver al origen, a saber quien eres, sin dejarte cegar por nada ni por nadie y a expresar tus sentimientos reales sin importar lo que piensen los demás.

domingo, 17 de julio de 2011

Buscando luces



Todos los gatos son pardos en la noche. Y aquella noche era cerrada y oscura donde hasta las hienas se ocultaban bajo el disfraz de lindo gatito.

Es dificil caminar en la oscuridad y más cuando todos a tu alrededor se camuflan de manera tan sutil en la oscura penumbra de la noche, donde la verdadera cara no se ve y tienes que tentar a la suerte lanzando tus manos hacia ellos, esperando encontrar un apoyo, a alguien que no se oculte tras una máscara.

Andas buscando una luz que ilumine la oscuridad, porque estás harto de ver gatos pardos por todos los lugares, de ver caretas, caretas que duran días, semanas e incluso años antes de que se las quiten y veas realmente como son.

Crees encontrar una luz en la noche, una luz blanquecina que te da una esperanza. Es la luz de la luna llena. Pero la luna llena va menguando y desaparece en la noche también...

Es entonces cuando te das cuenta que si quieres alumbrar la oscuridad, la luz tienes que ser tu, tu tienes que ser la luz que se ha perdido, tu tienes que ver que todos los gatos no son pardos.

La luna te pudo llenar de luz, pero solamente era otra máscara en la oscuridad y aunque es difícil tratar de olvidar algo o a alguien que en su momento te hizo feliz, tu tienes que ser tu propio faro e inundar de luz a todos los que te rodean, porque tu sabes realmente que la única persona que no lleva máscara eres tu mismo.

Parece que comenzó a amanecer...

viernes, 8 de julio de 2011

El león aprendió que...



Se sentía oprimido por las paredes que lo enjaulaban, echaba de menos los tiempos aquellos donde caminaba y corría todo lo que quería sin importarle el tiempo ni el momento, cuando se sentía libre y feliz en su propia realidad.

Una realidad que cuando la estaba viviendo no la veía, era como si aquello fuera lo normal, pero no lo era, la realidad era más dura y cruel; y claro, todo se echa de menos una vez que lo has perdido y no se sabe aprovechar bien, es como si estuvieras dormido.

Hasta que lo despertaron y lo encerraron en aquella maldita jaula, una jaula donde moría lentamente, donde cada hora que pasaba era una hora que moría y así una tras otra... hasta que comprenció que aquella jaula tenía algo bueno, aquella jaula le estaba enseñando a cambiar la manera de la que a partir de ahora, si salía de ella, vería las cosas.

Y así paso los días donde aprendió que todas las cosas que él representaba como la victoria, la fortaleza, el orgullo, la nobleza, la astucia, la fuerza, el coraje, la justicia y la protección, la equidad y las leyes justas se habían yendo desvanenciendo y las tenía que recuperar.

Y así, a base de golpes morales, el León maduró y al final comprendió que ser feliz es tener la madurez de decir "me equivoqué", tener la osadía de decir "perdón", tener la capacidad de decir "te necesito".

"Me equivoqué" dejando pasar el tiempo creyendo que era lo normal, viviendo acomodado sin ver lo bonito que era correr y andar...

"Perdón" por no haberme dado cuenta cuando debía darme cuenta y no cuando estas encerrado en la jaula...

"Te necesito" para poder volver a correr y andar y ahora sí saber apreciar todo lo que tenía sin dejar escapar ni una oportunidad...

El león volvió a la selva, la jaula le sirvió para saber vivir y vivir le sirvió para no caer enjaulado más en su vida.

El león supo apreciar la selva, como la selva apreció volver a tener su rey.

viernes, 1 de julio de 2011

Pobre cascarón de nuez...



Solo. Estoy solo. En una soledad no buscada, en una soledad que me ha encontrado pese a esconderme de ella todos los días, en una soledad que escarba en mi interior, hasta lo más profundo, que me vacía, que me quita el alma y me desgarra poco a poco el corazón.

Que ya no sirven las sonrisas, ni las palabras bonitas, ni los gestos gentiles, ni el calor humano… porque nadie los ve.

Que preferiría estar solo de verdad, en una soledad buscada, en medio de mi montaña toda mi vida entera, que vivir en esta sucia soledad rodeado de gestos inútiles que acaban en el mar de la indiferencia, mecidos por esta sociedad que todo acepta sin resignación.

Rodeado de gente, pero en completa soledad, vaya paradoja más enigmática… aunque quizás es que realmente nosotros vivimos solo dentro de uno mismo.

Bien escribía Víctor Hugo que el infierno está todo en esta palabra: soledad.

Nadie te ve el interior, y la persona que lo ve, escapa echando un tupido velo, sin darse cuenta que se ha llevado consigo tu alma.

Debería estar prohibido, deberíamos cerrar el interior, cerrar el alma y tan solo sonreír, actuar delante de la galería, así al menos te lleves un aplauso, una palmadita en la espalda; o quizás debiéramos ser todo lo contrario a lo que somos, así nadie sabrá realmente como somos y con lo cual nunca podrán arrebatarte tu verdadera alma.

En una palabra, la soledad muere cuando nace el amor. Nada llena más el corazón del ser humano que descubrir que por mí, otro piensa, vive, actúa y elige. Mi existencia tiene sentido; la indiferencia queda en el olvido. Sentirse amado, sencillamente por ser yo; no por lo que hago, ni por mi dinero, ni por ningún otro interés. Se es amado por ser, nada más y nada menos … que uno mismo.

Por lo cual, si muere el amor, nace la soledad y si nadie me ve, si nadie me lee, si nadie está ahí, si nadie…

Solo. Estoy solo y ya no tengo alma.

Pd: Este año han desaparecido de mi vida las 2 mujeres que más quería en mi vida, que se han llevado un buen cachito de mi alma cada una, una al cielo y la otra al corazón. Ellas saben quien son.